Cada vez aparecen más emprendedores, especialmente en tiempos de crisis e incertidumbre como ahora, pues los listos saben que es en estas épocas en donde las oportunidades abundan.

Si perteneces al sector de la cultura y quieres emprender, te dirán que es más difícil a comparación de otras ramas, que no hay apoyos y encontrarás personas que te dirán que no se puede, que necesitas más estudio y/o experiencia; o simplemente te pondrán el pie para caer. Pero tal como un día me dijo Sol Henaro (curadora del MUAC) nunca se está listo y preparado al 100%; así que no te apures y preocupes, pues lo más importante es tener perseverancia, deseos y fuerza de investigar, aprender y preguntar, porque como todo mortal no sabes, ni puedes hacer todo.

Para emprender, por ahora, te recomiendo los siguientes tres puntos.

1.- Domina un sector:

En otras palabras, busca un campo en donde seas un experto, te guste y se te de bien. Si estás perdido y no sabes lo que quieres, intenta hacer cosas que llamen tu atención, que nunca hallas realizado y/o experimenta. Piensa qué te gusta hacer, en dónde te gustaría trabajar; e inclusive, con quién. Si te salen muchas ideas u opciones trata de que sean de la misma línea y sector. Muchas veces intentar ser bombero y actor no se llevan bien. No digo que no se puedan, pero será mucho más difícil emprender y mantenerte al no tener aspectos en común.

2.- Busca una área de oportunidad:

Refiere a que busques un negocio que sea coherente y tenga un porvenir. Para ello investiga, acércate a los análisis más actualizados de la industria interesada y personas importantes en el sector. Se observador e identifica de qué carecen los negocios existentes (es más, visitalos y entrevista al dependiente, aunque no lo creas ayuda mucho conocer tu competencia); y con base en ello, piensa en qué puedes ofrecer a la sociedad.

Al respecto, se vale iniciar con una lluvia de ideas, pero ten en cuenta que posteriormente debes ser mas claro, coherente y realista; es decir sustentar tu propuesta con datos duros.

3.- Delimita:

Aunque nos gustaría que nuestros servicios y productos sean para todos, es imposible. En este aspecto, piensa en el tipo de persona que le pueda interesar tu producto o servicio. Más allá de imaginártelo, acércate a tu público o cliente potencial.

Debes de conocer cuáles son sus intereses, gustos, rango de edad, estatus económico; incluso su ubicación geográfica. Entre más detalles mejor, pues con dichos datos puedes modificar tu producto o buscar otro sector poblacional, si lo que ofertas tiene muchas divergencias.

Te dejo un video para orientarte.

Es importante mencionar que las pautas (mencionadas anteriormente) pueden llevar tiempo. Depende de la iniciativa; y en algunos casos el conocimiento y experiencia previos. Pero no porque una persona ya esté en el sector, con experiencia y contactos asegura que la tenga más fácil.

Todos tienen obstáculos que sortear, no los mismos, pero sí los suficientes para que pocos lo puedan lograr a la primera. Por lo tanto, prepárarte para intentarlo una y otra vez.

Recuerda que el éxito al emprender es de aquellos que se lo toman en serio y no tiran la toalla fácilmente.

Éxito y enhorabuena.

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